La colaboración de COPADEBA con CEDAIL y un grupo de jóvenes intelectuales comprometidos con las CEB demostró que protestar no era suficiente, que era necesario tener conocimiento sobre la realidad social y política de la sociedad para poder echar adelante los proyectos de la organización. COPADEBA se dio cuenta de que debía tener una propuesta técnica que le permitiera ganar terreno, definir claramente lo que quería. Era necesario hacer “protestas con propuestas” y para ello debía organizar a los profesionales que le asesoraban. De estas discusiones surgió la idea de crear un organismo asesor separado de COPADEBA (Ceballo, entrevista, 2007).

La situación se había complicado, pues para 1987 ya no sólo los Vicini amenazaban con desalojos sino que también lo hacía el Gobierno de Balaguer (1986-1990) que impulsaba una política de remodelación urbana que implicaba el desalojo masivo de los moradores de la zona norte. Esta situación motivó una reunión en el Arzobispado de Santo Domingo con la presencia del arzobispo, agentes pastorales, cuyas parroquias se verían afectadas por los desalojos (Campo, entrevista, 2004).

Los vínculos con la Iglesia católica facilitaron el desarrollo de una relación con MISEREOR, una fundación católica alemana, que dispuso el envío de una comisión para evaluar la situación de los desalojos y hacer recomendaciones. La visita de esta comisión facilitó las cosas para que COPADEBA participara en el encuentro del Hábitat International Coalition que se realizó en Berlín en junio de 1987. Luego COPADEBA participaría en una comisión internacional, junto a representantes de México y Nicaragua, que convocó a un encuentro de una diversidad de organizaciones comunales latinoamericanas para analizar la problemática de la vivienda en la región.

Finalmente, la visita de la comisión de MISEREOR concluyó con un informe. Este informe sirvió de base para la formulación de propuestas de trabajo y acompañamiento de los pobladores. Entre otras recomendaciones se destacan las siguientes:

  1. Conformación de un banco de información barrial.
  2. Promoción y capacitación para el fortalecimiento y extensión del modelo de organización barrial por comités de cuadra.
  3. Organización y coordinación interinstitucional de las diferentes organizaciones que trabajan contra los desalojos.
  4. Intercambios y capacitación de los actores que intervienen en los procesos.
  5. Actividades de denuncia y seguimiento de los procesos de desalojos (Mildre Beltré et al. 1993:17-19)

El informe de MISEREOR proponía la creación de un equipo técnico que debía dedicarse de manera exclusiva a asesorar a COPADEBA para tratar la problemática de los desalojos. Este equipo debía preparar los materiales de formación para la capacitación de los miembros de COPADEBA y debía elaborar un diagnóstico de propuestas alternativas que respondieran a los problemas planteados por los moradores. Esta propuesta fue llevada a MISEREOR en Alemania por José Ceballo, coordinador de COPADEBA, Luisa Campos, fundadora de CEDAIL y por el padre Jorge Cela, secretario ejecutivo del equipo técnico del proyecto. El proyecto fue aprobado por MISEREOR, que dio fondos para que Cela, en 1988, organizara un seminario internacional con expertos nacionales y extranjeros.

En este seminario, COPADEBA insistió en la necesidad de formular propuestas alternativas de mejoramiento urbano con la participación de los moradores. En breve, así surgió Ciudad Alternativa, una organización no-gubernamental con persona jurídica y capacitada para recibir fondos de donantes. Además, contó con la capacidad para negociar con el Gobierno y hacer propuestas técnicas que respondieran a las necesidades de los moradores de los barrios. Ciudad Alternativa se funda en 1988, pero no es hasta 1992 que adquiere su persona jurídica con el padre Cela como director ejecutivo. Bajo su dirección, se sentaron las bases para que Ciudad Alternativa se convirtiera en una ONG capaz de dar apoyo a las organizaciones de los moradores; sin embargo, tendría que aprender a relacionarse con las organizaciones barriales, no sólo con COPADEBA, la cual le había dado su origen (Cela, entrevista, 2007). Desde sus orígenes Ciudad Alternativa tuvo que enfrentar el reto de la remodelación urbana propuesta por Balaguer (1986-1990), lo cual implicaba el desalojo de los moradores de los barrios de la zona norte de la ciudad.

La labor comunitaria de Ciudad Alternativa y COPADEBA

Ciudad Alternativa enfocó una gran parte de su trabajo en la asesoría técnica a diversos grupos que traían propuestas mientras que COPADEBA seguía trabajando directamente en asuntos comunitarios. Ciudad Alternativa proponía:

“El mejoramiento urbano como un proceso de intervención consciente y planificada, a través del cual la población organizada, partiendo de sus propias condiciones ya existentes, y con la participación del Estado y otras instituciones, realiza, de manera permanente, una transformación progresiva de su propio hábitat, haciendo énfasis en la integralidad del mismo, y asegurando la replicabilidad del proceso” (Morel, 1991: p. 9).

El proyecto de Ciudad Alternativa se distinguía claramente de la remodelación urbana autoritaria del “Plan Indicativo de la Zona Norte de la Ciudad de Santo Domingo.” Su proyecto de mejoramiento urbano iba más allá de una simple estrategia de intervención. Sus propósitos se orientaban hacían la conformación de espacios de participación democrática a nivel local, que pudieran sentar las bases para cambios más profundos en el orden social existente. No se trataba de una simple mediación entre los pobladores y el Estado, sino en un enfoque integracionista de los moradores a la vida urbana. En breve, se partía del hecho de que los moradores urbanos son sujetos conscientes de su propia historia y miembros activos en la construcción de la convivencia ciudadana. Todo esto implica, entonces, “una participación activa en todas las fases y actividades del proceso, a saber: la identificación del problema, la búsqueda de la solución, el planteamiento de la propuesta alternativa, la negociación y gestión de los recursos, la ejecución y administración de los proyectos, así como la evaluación y control de su desarrollo y la administración y manejo de los servicios.” (Morel, 1991:p. 10).

Ciudad Alternativa procedió a elaborar propuestas para recaudar fondos en el extranjero para llevar a cabo su proyecto de mejoramiento urbano. En todo momento, se procedió a consultar con las autoridades del ADN para asegurarse que las obras de mejoramiento urbano no entraran en conflicto con los proyectos del Estado. Además, el Estado fue invitado a participar en todos los proyectos que se realizaron en los barrios de la zona norte, pero éste se limitó a las consultas técnicas y los fondos que se aportaron fueron muy limitados.

Con la ayuda financiera de MISEREOR, el Movimiento Laico para América Latina de Italia, la Fundación Ford y la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, Ciudad Alternativa ejecutó, en los años noventa, una serie de proyectos comunales en la Ciénega y los Gualey. Estos proyectos incluyeron un censo de las características socio-demográficas de Gualey, la Ciénega y los Guandules. En esos barrios también se trabajó intensamente en la construcción de pequeños puentes, calzadas, centros comunales; también en la entubación de una red de cañadas que se desbordan cuando llovía intensamente causando estragos en la población. Además, se construyó una escuela en la Ciénega que ha ayudado significativamente en la educación de los niños de esos barrios entre otras obras físicas (Ruiz, 2004:11-36. Tejada, 2000, Santana et al, 2002).

El trabajo comunitario de COPADEBA se centró en asuntos organizativos, educativos y políticos. En materia organizativa, coordinaba las actividades de los comités de cuadra e impartía talleres a los moradores sobre diversos aspectos de la vida en la comunidad. En materia política, mantenía su independencia con relación a la Iglesia católica, pero mantenía una relación bien estrecha que iba más allá de su relación con los sacerdotes ligados a la teología de la liberación. Por ejemplo, José Ceballo informó al autor que el entonces arzobispo de Santo Domingo, Nicolás de Jesús López Rodríguez, acompañó una comisión de COPADEBA para reunirse con el presidente Balaguer para discutir asuntos relacionados con la familia Vicini. Por otro lado, COPADEBA, al igual que Ciudad Alternativa, rechazó todo vínculo de dependencia con partidos políticos y el Estado pues no quería pasar a ser dirigida por ellos. No obstante, no era apolítica y consideraba que su trabajo en los barrios tenía un contenido político; Nicolás Guevara informó a Isabel Rauber que:

“Movimientos urbanos dominicanos y sus oportunidades políticas”, Emelio Betances.

“El principio de la democracia empieza por la participación, y la participación no sólo implica estar presente en los espacios, sino también tener poder de decisión. Y para nosotros, el poder de decisión, la participación en sí, implica tener un pensamiento y una identidad. Nos consideramos con derecho a plantear la solución de los problemas que vivimos cotidianamente. ¿Qué significa esto? Que cualquier problema que nosotros vivimos en República Dominicana, y específicamente en nuestros barrios, puede ser analizado en la organización, en la comunidad, para encontrarle una solución. Pero no planteamos la solución para asumirla nosotros única y exclusivamente, sino para que la asuma el Gobierno (sic) junto con la comunidad y algún otro sector. ¿Por qué? Porque cuando en algún barrio ha habido problemas de cierto tipo y vienen de fuera a querer resolverlo, la situación se torna más grave porque la solución es peor que el problema mismo”. (Rauber, 1995, p. 28).